martes, 10 de mayo de 2016

La encrucijada del tiempo

Lo que aquí escribo es un ensayo que intenta explicar nuestro tiempo, a través de mi punto de vista, totalmente subjetivo, pero del que estoy convencido, lo hago con honestidad y humildad, y con ello espero que le den la oportunidad de leerlo.


Después de estar varios días, asilado en una diminuta isla, trabajando desde el amanecer hasta el atardecer, he tenido tiempo para observar las estrellas y para la reflexión. Uno de los días descendimos hasta una grieta en la pared de un escarpado acantilado. Allí, arrastrándonos como reptiles, fuimos adentrándonos en sus entrañas. Una vez fuimos eso, reptiles y aún nos queda algo de ellos en nuestro cerebro, en una parte muy primitiva, la llamada glándula pineal, lugar donde algunos ubican el alma del hombre y que tiene que ver con los sueños y las experiencias extra-sensoriales. Tal vez, es eso lo que sentí, en aquella oscura cavidad, en el interior de aquel acantilado, o quizás fue el cansancio, o el calor extenuante que sentía, o el mismo miedo claustrofóbico por lo estrecho de la grieta. Pero para mí fue una "revelación". Al final, y tras reptar un buen tramo, la cueva se estrechaba más aún y allí, había un último agujero, del que un brillo especial se reflejaba en las paredes que se divisaban desde la oquedad. Como la última luz de la tierra, la hoguera encendida en la noche de los tiempos. Apenas cabía una persona por esta diminuta entrada, era como volver al vientre materno, como morir para volver a nacer. Un renacimiento. Una vez dentro de la nueva instancia, y para mi sorpresa, contemplé el milagro del lugar. Aquella sala celestial, estaba llena de aire fresco, podía andar a pie por ella. Entonces vi donde nacía la luz, un enorme agujero circular en el suelo, que conectaba a su vez con el mismo mar. Era un prodigio de la naturaleza ¿Cuantas personas habrán visto eso con sus propios ojos antes? El sentimiento que me recorrió el cuerpo es difícil de explicar, más bien inefable, cuando contemplaba el mar desde las alturas, desde esa sala a través del prodigioso canuto, como si descendiera a las verdades ocultas, en las profundas aguas de la madre tierra.

     Esa misma noche soñé con enormes cavernas y con personas cercanas. Cuando desperté a la mañana siguiente, vi claro cual es el significado de nuestro tiempo y lo que de verdad estaba ocurriendo. Y aquí os dejo un leve resumen, muy superficial de un tema muy complejo. Espero que podáis leerlo, creedme que merecerá la pena si dedicáis un poco de vuestro tiempo y tenéis paciencia, a esto que os voy a compartir. Esta es la revelación que tuve ese día, en la estrecha grieta, que yo llamo la encrucijada del tiempo:


Están librándose varias batallas entre varias fuerzas, que a su vez luchan en distintos niveles o dimensiones. Realmente es una guerra y lleva librándose un largo tiempo, puede que sea la guerra más antigua de la historia. Y esta no se está librando en país o en lugar alguno, sino en el corazón de las personas. Si es verdad que se extiende más allá de las fronteras corpóreas afectando todo lo demás. Pero, la fase en la que esta guerra ha entrado es muy peligrosa y ahora explicaré el por qué.

     El primer nivel de esta guerra, se está librando en la dimensión espacial, esa que podemos observar y percibir directamente por los sentidos, en el plano superficial y materialista. Es lo que vemos a diario en las noticias. Ataques terroristas, crisis económica, corrupción política, guerra, hambre, enfermedades...todo consecuencia de lo que yo llamo "la batalla por el control". Ciertos intereses económicos y poderosas instituciones, corporaciones y familias tradicionales, a lo largo y ancho del mundo y a través de la historia, han intentado preservar el control sobre la población. Podemos percibir su influencia a través de los medios de comunicación. Manipulan la realidad y juegan con ella, para que la gran verdad no salga a la luz, que somos esclavos dentro de su ajedrez y siempre lo fuimos. Edward Snowden, Julian Assange, Chelsea Manning, los papeles de Panamá y Wikileaks, son algunos de los ejemplos que nos han mostrado como se teje este sistema y como funciona. En este plano, han ocurrido dos eventos que nos hacen saltar a los siguientes niveles. Por esta batalla del control, nacieron dos fuerzas que ahora, paradójicamente están fuera de cualquier control y que nadie puede imaginar hasta donde alcanzarán sus ramificaciones. Estas son Internet y la otra, es esa que los medios de comunicación han bautizado como ISIS, aunque ha recibido y recibe muchos nombres.
     El segundo nivel es el de la tecnología, que se está librando en la dimensión de la información. Aquí entra Internet, creado como sistema de comunicación en el pasado, por la industria armamentística, y hoy día ese gran nuevo universo que hoy conocemos, pero que no logramos entender. Ahí esta toda la información de historia del humano, toda verdad y mentira escrita o dicha. La batalla que se libra en este plano es la que he llamado "Tecnología vs Homo Sapiens vs Naturaleza". Dentro de esta problemática, está el nacimiento de la inteligencia artificial como nuevo paso evolutivo en la era tecnológica, y este se encuentra a la vuelta de la esquina. Ciertos grandes científicos, entre ellos Stephen Hawking, afirman que sobrevivir a la era tecnológica es el mayor reto al que toda civilización ha de enfrentarse, pues esta tecnología requiere de muchos recursos y energía, por lo que al final acaba colapsando al planeta. Otros muchos, sin embargo, han visionado en el pasado, que las máquinas nos terminaran sustituyendo, como el siguiente paso macabro de la evolución. Una nueva raza de artificios que piensan por si mismos y con conciencia propia, eficientes y que no dependen de unas condiciones tan herméticas y exclusivas para la vida, como los humanos. Este paso evolutivo es el que llaman "la singularidad". Así, la alienación se completa, y los humanos terminaríamos siendo esclavos de lo que crearon en su día, por su impulso de querer ser dioses, o tal vez acercarse a ellos. Y si no tuviéramos valor para estos nuevos "seres", significaría nuestra extinción. Aunque hay algunos que hablan de una tercera posibilidad, la fusión con esta tecnología, para crear "híbridos" humano-máquina, como intento de alcanzar el sueño de la eternidad, el elixir de la eterna juventud. Ninguna de las opciones me es alentadora, y aunque suene mucho a ciencia ficción, recuerda que la realidad siempre supera a la ficción, y con creces si se me permite la coletilla. Así, lo que una vez creamos para mejorar nuestro estilo de vida, ganar comodidad y resolver los problemas que se fueron presentando en el camino, de ese mono peludo hasta llegar a ser el humano moderno, ese que ahora camina cabizbajo y estresado, pegado a un smartphone. Lo que una vez nos permitió dar ese salto infinito en nuestra evolución, ahora se presenta como el mayor de los obstáculos. Y esto es en lo que se refleja en los grandes cambios ambientales que estamos observando: destrucción de la naturaleza, la sexta extinción masiva, el cambio climático, sequías crónicas, superpoblación, falta de recursos y contaminación, dando lugar a esa gran enfermedad de Gaia, que parecer ser hoy día el humano. Siendo lo que fue el meteorito para los dinosaurios. Todo nace de esta batalla, y se refleja en este nivel, a causa de un hecho, la perdida de contacto con nosotros mismos y con la naturaleza, a la que nos ha llevado el avance tecnológico, que una vez fue nuestro mejor aliado. 
     Esto nos hace saltar al siguiente nivel y a la siguiente batalla dentro de esta guerra. Esta vez en el plano de las ideas. Es "la batalla ideológica". De toda la compleja maraña originada en la primera batalla de la que ya os he hablado, la de la lucha por el control, nacieron dos fuerzas incontrolables, de la que tan solo os he mencionado la primera. La segunda fuerza es el ISIS. Grupo terrorista que no es más que la evolución de todos esos grupos insurgentes que una vez fueron armados y financiados por los servicios secretos de países occidentales, como estrategia política, económica y de control, en ciertos momentos de la historia, que creo todos recordamos. Este monstruo que crearon se les volvió en contra, como sídrome de Frankenstein. A partir de ese momento, como un rayo, surgió una nueva revolución ideológica, pero siniestra y oscura. Cuando estalló la guerra civil de Siria, cobró una nueva forma, más poderosa y espero que no imparable. Así, en el levante, en lo que fue la cuna de la civilización, irónicamente ha nacido una nueva nación, sin fronteras y que se está extendiendo con una velocidad nunca vista, pues opera en el plano psicológico y de las ideas. Más allá del terror, sufrimiento corporal y material que inflige, en este movimiento ideológico existe algo puro, pero no me mal interpreten, puro no tiene porque asociarse a lo bueno o a lo malo. En este caso es una pureza aterradora, como uno puede hallar en la novela "En el corazón de las tinieblas", de Joseph Conrad. Este movimiento, no parece tener miedo, actúa con firmeza y seguridad, como si no pudiera ser detenido. Trasmitiendo y extendiendo la oscuridad a su derredor, con el más sencillo pero diabólico método: o eres de los nuestros o mueres. Este nuevo movimiento ideológico es algo antiguo a su vez, es una ideología radical que viene para acabar con todo el estilo de vida occidental, que es algo a su vez viejo, pero aparenta nuevo. Una forma de vida decadente y podrida, sucumbiendo a los sutiles mecanismos de las élites, por medio de las artimañas de la estética, la superficialidad del consumismo puro y duro, y del placer inmediato. Recuerda a la antigua Roma, que representaba la modernidad de su tiempo, destruida y derrumbada por la corrupción, un nuevo movimiento religioso ("El Cristianismo de la Iglesia de Pedro") y una invasión de unos "nuevos pueblos" que parecían menos avanzados pero más decididos, lo que se conoció como invasiones barbaras ¿A alguien le suena esto? El eterno retorno de Nietzsche parece no ser carente de verdad. Así, esta nueva ideología creciente, que se oculta en la religión, con sus símbolos, su propaganda, sus decapitaciones y sus banderas negras ondeando al viento, tiene cierto atractivo, y va absorbiendo pueblos, culturas y hasta el pasado por su paso. Ejemplo la mítica ciudad histórica de Palmira, destruida para borrar todo atisbo del tiempo. Una negrura que se alimenta de toda luz de lo que parece nuevo, moderno u occidental, que no es más que el reflejo de la decadencia, de una sociedad que ha fracasado, y esta nueva fuerza, antigua a su vez, como un agujero negro, atrae toda esta luz a su interior, para encerrarla para siempre o eso pretende. Su extensión territorial, por la superficie del globo terráqueo, o su imposición política, religiosa, cultural o estética, va aún más lejos del plano ideológico, haciéndonos ver que es aún mas profundo y peligroso el tema. Y es ahí donde entra en juego el siguiente nivel.



     El último nivel y el más profundo, nos lleva a lo que Carl Gustav Jung definió como "El inconsciente colectivo", algo ratificado por otros grandes pensadores como Joseph Campbell o muy bien tratado en el universo cinematográfico de David Lynch. Es el plano espiritual, la dimensión del corazón del hombre y, es una "batalla espiritual" lo que en última instancia se esta librando. El miedo que se quiere abrir paso acabando con el amor, la oscuridad que quiere devorar la luz, la entropía que viene a destruir el orden del universo. Esta es la guerra de la que hablaba al principio. La más antigua, la mayor de ellas, lo demás son artimañas y engaños del tiempo. Y la clave está en el equilibrio, en el Yin y Yang, la aceptación de la oscuridad dentro de nosotros y mantenerla en balance con la luz, la aceptación del miedo para poder amar. Todo fuera de ese equilibrio esta destinado a errar y por eso el fracaso de nuestro tiempo. Como Jung Y Nietzsche pensaban, la eterna repetición de esta enfermedad hasta la eternidad. Así, con este nuevo ataque de la oscuridad, a través de los planos físicos, tecnológicos, ideológicos y en ultima lugar, espirituales, de forma silenciosa se está poniendo en peligro dicho equilibrio. Lentamente se va extendiendo este abismo, más allá de las fronteras humanas de la carne y el hueso, por lo que llego a la conclusión que hemos entrado en la fase crítica, en el punto de inflexión, la esperada época de tribulación. Así del resultado de esta guerra solo hay dos opciones:

-La evolución de consciencia: como los grandes filósofos vieron en su tiempo, "el Übermensch " de Nietzsche, el hombre que ha asimilado su inconsciente, como decía Jung, "El bebé" de Kubrick que representa el "Homo novo", la nueva etapa de la evolución humana que ha superado la tecnología y ha alcanzado la sabiduría y la paz, pero en su interior, no en el exterior. El humano que ha alcanzado el equilibrio, "La Gracia" o "El Nirvana". Esta es la esencia de todas las mitologías, leyendas, poemas, religiones, filosofías y expresiones artístico-culturales, pues inconscientemente esta dentro de todos nosotros, esperando a ser rescatado, algo que olvidamos en un pasado remoto y debemos volver ha re-encontrar, en las profundidades de nuestro ser, lo que algunos llaman el alma del hombre o el espíritu de la profundidad. La re-conexión con la naturaleza, con nuestro lado primitivo y ancestral, perdido en algún lugar de la psique y cerrado con llave debido a la estupidez humana. Y esto es lo que tal vez por un instante, encontré en esa grieta oscura y profunda, como metáfora del encuentro con "el sí-mismo" de Jung, lo que uno realmente es, lo más oscuro y brillante a la vez, de nuestro ser. Para ello hay que hacer una desconexión-reconexión. Mientras tanto, andamos perdidos, vagando tras espejismos, en el desierto de la ignorancia y la decrepitud, sin alcanzar la plenitud, como a la mariposa que le cortaron las alas y, le hicieron creer que nunca voló.

-El otro resultado, es el temido, que la batalla sea ganada en alguno de sus niveles y al final la oscuridad que no es otra cosa que el miedo, gane la guerra, como viene sucediendo. Y así, el humano sea condenado a sufrir el eterno retorno, sin llegar al Übermensch, hasta el final de sus días, el final de la civilización y el final de su tiempo, sin que la trascendencia esperada tenga lugar. Sin el reencuentro con el "Dios" o el "Padre" tras la muerte, que no es más que el cosmos, como un todo, infinito y eterno, negado por la ciencia y la religión, hechas a imagen y semejanza del hombre corrompido, que nunca supero esta fase. Es de lo que nos habla 2001 Odisea en el espacio, Blade Runner o Interstellar. Lo que las nuevas puertas de la física cuántica parecen desvelar, algo muy parecido a las filosofías taoistas u orientales expresan en su liturgia. La conexión de todo, todo esta conectado y el equilibrio es la clave.

     Esta revelación de mi psique, de mi mente, es la reflexión que os dejo, que intenta explicar nuestro presente, a través de los tiempos y las dimensiones. Espero que lo hayáis disfrutado. Este ensayo pretende ser solo mi humilde opinión, mi pensamiento de nuestros días, el resumen de mi filosofía que os regalo y comparto, con sinceridad y verdad, sin pretensión alguna más allá de expresarme, porque siento que en esta era de hipervinculos e interconexión, sería un error no hacerlo.

Un saludo amigos y amigas. Espero que encuentren esa luz o estén en su búsqueda.

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